Tal día como hoy de ...

Tal día como hoy de 1964 fallece Ian Lancaster Fleming, más conocido como Ian Fleming, creador del agente británico más famoso del mundo: 007 James Bond.

Pero Ian Fleming fue mucho más: Oficial del ejército británico, periodista y escritor, fue capaz de crear una saga que le ha sobrevivido, marcando una tendencia que todavía perdura, la cual tiene aspectos positivos y otros negativos (Ian Fleming resultó ser un misógino y machista, hechos que se reflejan  en su agente británico), que todavía no han quedado erradicados del todo.

Ian Lancaster Fleming nació el 28 de mayo de 1908.​ Sus padres fueron Evelyn Rose (apellido de soltera) y Valentin Fleming , parlamentario del distrito electoral de Henley a partir de 1910.

Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914), el padre de Ian se alistó en el ejército británico donde alcanzó el grado de Mayor. Falleció en un bombardeo alemán que tuvo lugar en el Frente Occidental el 20 de mayo de 1917.

Educación y primeros años
En 1914 comenzó a asistir a la Dunford School, una escuela preparatoria situada en la isla de Purbeck, en Dorset, donde debió soportar comidas repugnantes y actividades físicas extremas,​ además de ser víctima de acoso.
Años después, en 1921, continuó sus estudios en el Eton College donde, si bien no destacó académicamente, sí sobresalió en el atletismo y ostentó el título de Victor Ludorum —«ganador de juegos»— tanto en 1925 como en 1927. También se encargó de editar la revista universitaria, The Wyvern.​ Su estilo de vida en Eton le ocasionó problemas con su maestro de internado, E. V. Slater, que reprobó su actitud y el trato que tenía con las mujeres, entre otros hábitos que le parecieron inaceptables.​ Estos argumentos convencieron a Evelyn de sacar a su hijo de Eton un período antes de que culminara sus estudios, e inscribirlo en un curso especializado para su eventual admisión al Royal Military College de Sandhurst.​ No obstante, tomó el curso solamente por un año y lo dejó en 1927 tras contraer gonorrea.
La influencia de Evelyn en la formación educativa y profesional de su hijo se hizo más evidente en los años siguientes. En 1927, su madre lo envió al colegio privado Tennerhof en Kitzbühel, Austria, con la intención de que recibiera la formación necesaria para ser aceptado en el Ministerio de Relaciones Exteriores —más conocido como Foreign Office—.​ El colegio lo administraban Ernan Forbes Dennis, antiguo espía británico y seguidor de las teorías de Alfred Adler, y su esposa, la novelista Phyllis Bottome.​ Tras mejorar sus habilidades lingüísticas, Fleming se trasladó a Ginebra, donde estudió brevemente en las universidades de Múnich y de Ginebra.​ En esta última ciudad conoció a Monique Panchaud de Bottens, con la que se comprometió en 1931,​ aunque su relación terminó de manera abrupta después de que Evelyn le expresara a Fleming su rechazo hacia ella.​
Tras reprobar su prueba de admisión al Ministerio de Relaciones Exteriores, Fleming obtuvo un empleo como subeditor y periodista en la agencia informativa Reuters gracias a la intervención de su madre, que presionó a sir Roderick Jones, en aquel entonces jefe de la compañía, para que admitiera a su hijo.​ Como parte de su trabajo, Fleming pasó un tiempo en Moscú en 1933 para cubrir la farsa judicial que se llevó a cabo contra seis ingenieros de la compañía británica Metropolitan-Vickers.​ Aunque su intento de obtener una entrevista con Iósif Stalin resultó fallido, quedó sorprendido por el hecho de que el mandatario le enviase una nota firmada de disculpa por no poder atenderle.​ Linton Wells, que cubrió la farsa para la agencia estadounidense International News Service, se refirió a Fleming como «un joven genuino con una elevada capacidad periodística que nos desafió a todos en nuestra labor». A su vez, con relación a su trabajo en la agencia, el escritor argumentó que «fue donde aprendí a escribir rápido, y sobre todo a ser preciso, porque si no eras exacto, te despedían».​ Si bien Jones le ofreció colaborar como corresponsal en Shanghái, este declinó la propuesta para incursionar en el sector bancario, bajo recomendación de sus familiares. Más tarde, Fleming se refirió a su estancia en Reuters como «el período más emocionante de mi vida».​
En octubre de 1933 comenzó a trabajar en la financiera Cull & Co;​ sin embargo esta experiencia y otra oportunidad laboral como corredor de valores en Rowe and Pitman, en Bishopsgate,​ resultaron ser un fracaso en su trayectoria profesional.​ De acuerdo con Alaric Jacob, uno de sus compañeros en Reuters: «[Fleming] solamente quería tiempo libre y dinero suficiente para llevar una vida entretenida».​ A mediados de la década de 1930, intentó invertir parte de sus fondos en una librería destinada al mercado de coleccionistas de libros,​ y, en 1939, comenzó a salir con Ann O'Neill —su apellido de soltera era Charteris—, que estaba casada con el tercer barón O'Neill​ y que mantenía simultáneamente otro romance con Esmond Harmsworth, heredero de lord Rothermere, dueño del Daily Mail.​
Segunda Guerra Mundial
El vicealmirante John Henry Godfrey, director de la División de Inteligencia Naval de la Marina Real británica, lo reclutó en mayo de 1939 para que ejerciera de asistente personal.​ Pese a que carecía de «obvias calificaciones» para ese rol —de acuerdo con el biógrafo Andrew Lycett—,​ comenzó a trabajar a tiempo completo en la organización en agosto de ese mismo año,​ en la sala 39 del Almirantazgo​ y bajo el nombre en clave «17F».​ En los siguientes meses tuvo un rápido ascenso al ser designado como teniente,​ y luego como comandante,​ en la Reserva Naval Real.​ Pese a su inexperiencia, pudo demostrarle rápidamente a Godfrey sus aptitudes como administrador y asistente.​ Godfrey tenía una reputación de abrasivo y se decía que hacía enemigos con facilidad dentro de los círculos gubernamentales, razón por la que Fleming solía actuar como su enlace con otras áreas administrativas, tales como el Servicio de Inteligencia Secreto (MI6), la Dirección de Guerra Política (POE), la Dirección de Operaciones Especiales (SOE), el Comité Conjunto de Inteligencia y el gabinete del primer ministro.

El 29 de septiembre de 1939, recién estallada la Segunda Guerra Mundial, Godfrey distribuyó un memorando que, según observó el historiador Ben Macintyre, «poseía el sello distintivo del [...] teniente comandante Ian Fleming».​ El documento adoptó el mote de «memorando de la trucha» debido a que comparaba el engaño a las Potencias del Eje con la pesca con mosca.​ Contenía varios planes que tenían la intención de atraer a los U-Boots y buques de superficie alemanes hacia los campos de minas.​ Por ejemplo, una de las propuestas era distraer al enemigo con documentos engañosos colocados junto a un cadáver.​ En 1943 la Operación Mincemeat siguió una estrategia similar para encubrir la invasión aliada de Italia desde el norte de África.​ De acuerdo con el memo de la trucha, «esta sugerencia aparece en un libro de Basil Thomson: se coloca en la costa un cadáver vestido como aviador y con mensajes en sus bolsillos, haciendo creer que murió por un salto fallido en paracaídas. Creo que no sería difícil conseguir un cuerpo en el Hospital Naval aunque, obviamente, tendría que ser uno fresco».
En 1940, Fleming y Godfrey trabajaron junto con Kenneth Mason, profesor de geografía en la Universidad de Oxford, en el Inter-service Topographical Department.​ Más tarde, en una nota que le escribió a Godfrey el 12 de septiembre de 1940, Fleming perfiló los detalles de la que se conocería como Operación Ruthless, cuyo objetivo era obtener detalles de los códigos que la marina de guerra nazi empleaba en las máquinas Enigma. La idea contemplaba hacerse con un bombardero alemán, cargarlo con una tripulación que se estrellara en el canal de la Mancha y que, cuando fuera a ser rescatada, atacara a los nazis para apropiarse de su barco equipado con la correspondiente máquina Enigma y llevarlo a Inglaterra.​ La iniciativa no se llevó a cabo pese a la molestia de Alan Turing y Peter Twinn, que estaban trabajando en Bletchley Park.​ Lucy, sobrina de Fleming, explicó que la operación había sido rechazada debido a las indicaciones de un oficial de la Real Fuerza Aérea Británica que supuso que el bombardero Heinkel se habría hundido con rapidez en el canal.​
Fleming también colaboró con el coronel William Joseph Donovan, delegado especial del presidente Franklin D. Roosevelt para la operación de inteligencia llevada a cabo conjuntamente por Londres y Washington.60​ En mayo de 1941, acompañó a Godfrey a Estados Unidos para contribuir en la redacción de un cianotipo para la Oficina del Coordinador de Información, predecesora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).​
Entre 1941 y 1942 Fleming quedó a cargo de la Operación Goldeneye, cuyo propósito era mantener una estructura de inteligencia en España en caso de una invasión alemana del territorio.​ En ese período mantuvo comunicación con Gibraltar y coordinó operaciones de sabotaje contra los nazis.​ En 1941 contactó a Donovan para discutir el apoyo estadounidense en el conflicto bélico y evitar que los alemanes se hicieran con el control de las rutas marítimas.​
30 Assault Unit
Fleming formó en 1942 una unidad de commandos, conocida como la 30 Assault Unit (30AU) o No. 30 Commando, compuesta de tropas especialistas en inteligencia.​ Su labor consistía en permanecer cerca de la primera línea para incautar los documentos que el enemigo tuviese almacenados en los cuarteles que se atacaban.​ El concepto de la unidad surgió de un grupo alemán dirigido por Otto Skorzeny, que ya había llevado a cabo actividades similares en la batalla de Creta, acaecida en mayo de 1941.​ Fleming la consideraba como «una de las innovaciones más sobresalientes de la inteligencia alemana».​
Aunque Fleming no luchó en el campo de batalla con la unidad, se encargaba de elegir los objetivos y dirigir las operaciones desde la retaguardia.​ En sus comienzos la 30AU estuvo conformada por treinta efectivos, aunque su tamaño definitivo llegó a superar hasta cinco veces esa cifra.​ Los miembros procedían de otras unidades de comando y entrenaban en las instalaciones de la SOE para especializarse en el combate desarmado y el forzamiento de cajas fuertes con ganzúas. A finales de 1942, el capitán Edmund Rushbrooke remplazó a Godfrey al mando de la División de Inteligencia Naval, y si bien esto impactó directamente en la influencia que tenía Fleming en la organización, este se mantuvo al frente de la 30AU.​ Cabe señalarse que a los miembros de esta unidad les disgustaba que este se refiriera a ellos como sus «indios rojos».​
Antes de los desembarcos de Normandía de 1944, la unidad había llevado a cabo la mayor parte de sus operaciones en el Mediterráneo. También participó de forma secreta en la Operación Jubilee, aunque fracasó a la hora de intentar hacerse con una máquina Enigma y otros materiales relacionados.​ Fleming observó el ataque a bordo del HMS Fernie, a más de setecientos metros de la costa.​ Pese a lo anterior, sus operaciones exitosas en Sicilia e Italia hicieron que la inteligencia naval depositase cada vez más confianza en la unidad.​
En marzo de 1944, Fleming supervisó el reparto de documentos de inteligencia a la Marina Real, que se estaba preparando de cara a la Operación Overlord.​ El 6 de junio lo remplazaron al frente de la 30AU,​ aunque mantuvo cierta implicación en el grupo.​ Los visitó en algunas ocasiones durante y tras la operación, aunque temía que la unidad se estaba usando incorrectamente como un comando regular en vez de como el comando especializado en recopilación de información que era. Su valoración ocasionó que se realizara una revisión a posteriori de la gestión de este tipo de comandos.​ Adicionalmente tuvo en seguimiento las labores de la unidad en Alemania, donde localizaron unos archivos navales germanos que databan de 1870 en el interior del castillo de Tambach.​
En diciembre de 1944 el director de Inteligencia Naval envió a Fleming al Lejano Oriente para recabar información,​ con la cual esperaba identificar áreas de oportunidad para la 30AU en el Pacífico.​ Sin embargo, las actividades de la unidad se redujeron considerablemente tras la rendición japonesa, apenas unos meses después.​
T-Force y casa Goldeneye
El éxito de la 30AU llevó a la formación de la T-Force en agosto de 1944, cuyas operaciones según el memorando oficial conservado en los Archivos Nacionales del Reino Unido consistían en «proteger y asegurar documentos, personas y equipos, con personal combate e inteligencia, tras la captura de grandes localidades, puertos, etcétera, en territorio enemigo y liberado».​
Fleming formó parte del comité que elegía los objetivos de la T-Force y los registró en los «libros negros» que se entregaban a los oficiales de la unidad.​ La infantería estaba formada por el regimiento del Rey del 5.º batallón, que brindaba apoyo al Segundo Ejército.​ Los descubrimientos más notables de la unidad se produjeron durante la ofensiva sobre el puerto alemán de Kiel, en el centro en donde se investigaba el desarrollo de los motores empleados en los cohetes V2, en el Messerschmitt Me 163 y en los U-Boot de alta velocidad.​ Más tarde, Fleming incluiría ciertos aspectos de la T-Force en la trama de sus novelas, especialmente en Moonraker (1955).​
En 1942 asistió a una cumbre angloestadounidense sobre inteligencia celebrada en Jamaica y, pese a la constante lluvia que lo acompañó durante su visita, decidió irse a vivir a la isla una vez terminada la contienda.​ Su amigo Ivar Bryce le ayudó a encontrar un terreno en la parroquia de Saint Mary, donde construyó una casa en 1945 que llamó «Goldeneye».​ Este nombre era el mismo que recibió la operación de la cual se había hecho cargo entre 1941 y 1942, aunque el autor señaló que también se había inspirado en la novela Reflejos en un ojo dorado (1941), de Carson McCullers,​ en la que se describe el uso de bases navales británicas en el Caribe por la marina estadounidense.​ A manera de explicación de la predilección de Fleming por este lugar, Matthew Parker —autor de Goldeneye: Where Bond Was Born: Ian Fleming’s Jamaica— argumentó que, «como ha sido el caso desde los días de los barones del azúcar [en las Indias Occidentales], Jamaica proporcionó un hogar para los aristócratas británicos, segundos y terceros hijos de la aristocracia y ricos inadaptados».
En octubre de 1947 Fleming recibió el reconocimiento danés Frihedsmedalje por la asistencia proporcionada a los oficiales daneses que escaparon al Reino Unido durante la ocupación del país por la Alemania nazi.​
Posguerra
Tras su desmovilización en mayo de 1945, Fleming aceptó un empleo en el grupo periodístico Kemsley —en aquel entonces propietario del Sunday Times— con la responsabilidad de dirigir la red de corresponsales que el grupo tenía esparcidos por diferentes países. Su contrato le permitía tomarse tres meses de vacaciones cada temporada invernal, que aprovechaba para irse a Jamaica.​ Trabajó a tiempo completo para el periódico hasta diciembre de 1959,​ pero continuó escribiendo artículos y asistiendo a las reuniones semanales hasta 1961.​
Hasta entonces Fleming continuaba su amorío con Charteris, cuyo esposo había muerto durante la contienda.​ Aunque ella estaba interesada en casarse con Fleming, este prefirió su soltería por lo que Charteris contrajo nupcias con Esmond Harmsworth, segundo vizconde de Rothermere, en junio de 1945.​ Esto no significó el fin de su romance con el escritor, a quien siguió frecuentando durante sus estancias en Jamaica bajo el pretexto de que iba a ver a su amigo y vecino Noël Coward. En 1948, producto de su aventura con Fleming, Charteris dio a luz a un mortinato y tres años después Rothermere se divorció de ella debido a sus actos extramaritales.​ Finalmente el 24 de marzo de 1952 Charteris y Fleming se casaron en Jamaica,​ y poco después, en agosto del mismo año, nació su hijo Caspar. A lo largo de su matrimonio, ambos tuvieron amoríos: ella, con Hugh Gaitskell, líder del Partido Laborista y de la oposición;​ él, por su parte, mantuvo una larga relación en Jamaica con una de sus vecinas, Blanche Blackwell, madre de Chris Blackwell, que fundó el sello Island Records.
Años 1950
El olor, el humo y el sudor de un casino son nauseabundos a las tres de la mañana. La erosión del alma que producen las grandes apuestas —un oscuro compuesto de avaricia, miedo y tensión nerviosa— se hace entonces insoportable, y los sentidos se despiertan y se rebelan.
—Primeras líneas de Casino Royale.​
El interés de Fleming en redactar una novela de espionaje se remonta al período de la Segunda Guerra Mundial, según los comentarios que le hizo a algunos de sus amigos.​ Con elementos ficticios entremezclados con sus vivencias durante el conflicto bélico, el 17 de febrero de 1952 comenzó a escribir Casino Royale en Goldeneye. Tiempo después, explicó que había escrito la novela para distraerse de su inminente boda con Charteris, que en aquel entonces estaba embarazada.​ Si bien su exnovia Clare Blanchard le recomendó que no publicara el libro o que, al menos, lo hiciera bajo un seudónimo,​ Fleming continuó con sus intenciones de distribuirla y le pidió a Joan Howe, madre del escritor de viajes Rory Maclean y secretaria de Fleming en The Times —en quien se inspiró parcialmente para el personaje de Miss Moneypenny—, que mecanografiara el manuscrito en Londres.​
Al terminar el primer borrador de Casino Royale, Fleming sentía que «el elemento de suspenso [en la trama] está completamente ausente» y así se lo hizo saber a su amigo William Plomer al entregarle una copia del borrador para conocer su opinión.​ Tras leerlo, Plomer consideró que el libro era prometedor y envió una copia a la editorial Jonathan Cape. En un primer momento esta mostró poco entusiasmo por la novela, pero el hermano de Ian, Peter —cuyos libros estaban en posesión de la firma— la convenció para que publicaran el de Ian.​ Tras dos meses de redacción,​ Casino Royale se publicó finalmente en el Reino Unido el 13 de abril de 1953, por un precio de diez chelines y seis peniques​ en formato de tapa dura y con una portada diseñada por el propio Fleming.​ El éxito fue tal que se necesitaron tres tiradas para satisfacer la elevada demanda.
La novela gira en torno a las hazañas de James Bond, un oficial del Servicio de Inteligencia Secreto (MI6) conocido por el código «007» y comandante de la Reserva Naval Real. Fleming tomó el nombre para su personaje del ornitólogo estadounidense James Bond, un experto en aves caribeñas y autor de la guía Birds of the West Indies, de la cual Fleming —un declarado observador de aves—​ tenía una copia. Él mismo le explicó a la esposa del ornitólogo que «este nombre breve, poco romántico, anglosajón y aun así tan masculino era justo lo que necesitaba».​ En una entrevista concedida al New Yorker en 1962, detalló más al respecto: «Cuando escribí la primera [novela] en 1953, quería que Bond fuera un hombre extremadamente aburrido y poco interesante al que [en un instante] le sucedían cosas; quería que fuera un instrumento contundente [...] cuando estaba inmerso en la búsqueda de un nombre para mi protagonista, pensé "por Dios, [James Bond] es el nombre más aburrido que he escuchado jamás"».​
Fleming basó su creación en «agentes secretos y miembros de comando» que conoció mientras estaba en la División de Inteligencia Naval al momento de definir los rasgos y apariencia del protagonista.​ Entre ellos estaba su hermano Peter, a quien adoraba​ y que participó en operaciones llevadas a cabo en Noruega y Grecia durante la contienda.​ Si bien visualizó la apariencia de Bond a semejanza del actor David Niven,​ posteriormente se basó en el físico de Hoagy Carmichael. Según observó el escritor e historiador Ben Macintyre, el escritor incluyó varios rasgos suyos en la descripción física de Bond.​ En las novelas abundan las referencias a «la buena, pero a la vez oscura y cruel, apariencia» del personaje.​
Otras personas que influyeron en la caracterización de Bond fueron Conrad O'Brien-ffrench, espía al que conoció mientras practicaba esquí en Kitzbühel en la década de 1930; Patrick Dalzel-Job, integrante de la 30AU que participó en la guerra; y Wilfred «Biffy» Dunderdale, jefe de la sección parisina del MI6, que vestía gemelos y trajes confeccionados a mano además de moverse por la capital francesa en un Rolls-Royce conducido por su chófer.​ Es posible que también se basara en Fitzroy Maclean, reconocido por su labor tras las líneas enemigas en los Balcanes, y en Duško Popov, doble agente del MI6.​ Fleming también le confirió a su creación varios de sus rasgos, incluidos su gusto por los huevos revueltos, su afición por el juego, su hándicap en golf y el uso de la misma marca de artículos de tocador.​
Tras la publicación de Casino Royale, Fleming usó sus vacaciones anuales para acudir a su casa de Jamaica y escribir otra historia de Bond.​ Entre 1953 y 1966 redactó doce novelas y un par de colecciones de relatos cortos con el personaje como protagonista, las dos últimas —El hombre de la pistola de oro y Octopussy and The Living Daylights— publicadas de manera póstuma.​ La mayor parte del contexto para las historias proviene de su trabajo en la División de Inteligencia Naval así como de acontecimientos acaecidos en la Guerra Fría de los que tenía conocimiento.​ Por ejemplo, el argumento de Desde Rusia con amor usa una máquina decodificadora soviética ficticia, una Spektor, como cebo para engañar a Bond; este objeto es reminiscente de la máquina Enigma, el artefacto que los alemanes emplearon durante la guerra.​ La novela se basa en la historia de Eugene Karp, un agregado naval y agente de inteligencia estadounidense con base en Budapest que tomó el Expreso de Oriente desde la capital húngara rumbo a París en febrero de 1950. Los asesinos soviéticos, que se habían montado en el tren antes de que este partiese, drogaron al conductor; el cuerpo de Karp apareció poco después en las vías, en un túnel situado al sur de Salzburgo.
Fleming utilizó los nombres de varias personas que conocía para los personajes que aparecen en las historias de Bond:
Scaramanga, el principal villano de El hombre de la pistola de oro, procede de un compañero de Eton con el que tuvo una pelea;​
Goldfinger, de la novela homónima, era el apellido del arquitecto Ernő Goldfinger, cuyos diseños aborrecía;​
Hugo Drax, el antagonista de Moonraker, comparte apellido con el almirante sir Reginald Drax, conocido suyo;​
el asistente de Drax, Krebs, tiene el mismo nombre que el último jefe de gabinete de Hitler,​ y
«Boofy» Kid, uno de los villanos homosexuales de Diamantes para la eternidad, toma el nombre de uno de los amigos más cercanos de Fleming y pariente de su esposa, Arthur Gore —octavo conde de Arran—, al que sus amigos se referían como Boofy.
Su primera obra de no ficción, The Diamond Smugglers, salió a la venta en 1957 y se basaba en parte en el proceso de documentación que Fleming había llevado a cabo para su cuarta novela de Bond, Diamantes para la eternidad.​ Gran parte del material se había incluido ya en artículos del Sunday Times y procedía de las entrevistas que el autor había mantenido con John Collard, miembro de la Organización Internacional para la Seguridad de los Diamantes y anteriormente trabajador del MI5.​ Las críticas, tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido, fueron variadas.​
Si bien los primeros cinco libros de Bond —Casino Royale, Vive y deja morir, Moonraker, Diamantes para la eternidad y Desde Rusia con amor— recibieron críticas positivas tras su publicación,​ esta tendencia cambió en marzo de 1958, cuando Bernard Bergonzi, en un artículo para Twentieth Century, atacó el trabajo de Fleming al considerar que contenía «una corriente muy marcada de voyerismo y sadomasoquismo»​ y evidenciaba «la carencia total de cualquier marco de referencia ético».​ En el artículo se comparaba de manera desfavorable a Fleming con John Buchan y Raymond Chandler, tanto en el plano moral como en el literario.​ Un mes después se publicó Dr. No, que recibió comentarios severos de los críticos que, según Ben Macintyre, «se volvieron prácticamente en manada contra» él.​ Una de las reseñas más desfavorables provino de Paul Johnson, del New Statesman, que lo calificó como «el libro más sucio que he leído jamás [...] Cuando llevaba un tercio leído, tuve que contener un fuerte impulso de tirar esa cosa».​ Aunque reconoció en Bond «un fenómeno social de cierta importancia», expuso que la novela contiene «tres ingredientes básicos, todos insalubres y profundamente ingleses: el sadismo de un matón de colegio, los deseos sexuales mecánicos y bidimensionales de un adolescente frustrado y las ansias crudas y esnobs de un adulto suburbano».​ En su opinión, «el señor Fleming no tiene talento literario, la construcción del libro es caótica, y se insertan, de manera caprichosa, incidentes y situaciones que después se olvidan».​
Fleming «se sumergió en un declive personal y creativo» tras los problemas con su esposa y los ataques que recibió su obra, según observó Lycett.​ Su siguiente publicación, Sólo para tus ojos, consistió en una colección de relatos cortos desarrollados a partir de los esbozos que había escrito para una serie de televisión cuya producción nunca se concretó.​ En opinión de Lycett, durante la redacción de estos relatos «la sensación de hastío y dudas en sí mismo estaban empezando a afectar su escritura», lo cual puede apreciarse en los pensamientos de Bond en dicha recopilación.​
Años 1960
En 1960, la petrolera Kuwait Oil Company le encomendó la escritura de un libro acerca de Kuwait y su industria petrolera.​ El gobierno kuwaití no aprobó el borrador, titulado State of Excitement: Impressions of Kuwait —traducido al español: Estado de emoción: impresiones de Kuwait—, por lo que este nunca llegó a publicarse.​ Al respecto, Fleming opinó que «la compañía petrolera dio su aprobación del libro, pero sintió la obligación de brindarle una copia a los integrantes del Gobierno para que la revisaran.​ El jeque ha encontrado comentarios y críticas desagradables y duras, especialmente los pasajes que hacen referencia al pasado aventurero del país, que ahora desea ser "civilizado" en todos los aspectos y olvidar sus orígenes románticos».​
Tras la decepción ocasionada por la mala recepción de Sólo para sus ojos, Fleming continuó la serie de Bond mediante la novelización de un guion de cine en el que había trabajado con sus amigos Ivar Bryce y Ernest Cuneo y el escritor y cineasta irlandés Kevin McClory, que daría lugar a Operación Trueno.​ En octubre de 1959, por recomendación de McClory, el guionista Jack Whittingham se integró al equipo pese a la disconformidad de Fleming.​ Dos meses después, McClory y Whittingham le enviaron un esbozo del guion a Fleming, que les comentó que estaba barajando la posibilidad de enviar el libreto a la Music Corporation of America (MCA), y que McClory ejerciera de productor.​ Asimismo, le hizo saber a este que si la MCA rechazaba la película por su participación, debería entonces venderse a sí mismo ante la MCA, echarse atrás o entablar acciones legales.​ Entre enero y marzo de 1960, Fleming redactó Operación Trueno, basada en el guion que había escrito junto a Whittingham y McClory.​ En marzo del año siguiente, este último pudo leer una copia avanzada y, tras discutirlo con Whittingham, ambos acudieron al Tribunal Superior de Justicia de Londres para solicitar una orden judicial que detuviese la publicación.​ Tras un par de acciones legales, la segunda de ellas en noviembre de 1961,​ Fleming le propuso un trato a McClory para sacar el asunto de los juzgados. Este se hizo con los derechos literarios y cinematográficos del guion, mientras que Fleming se quedó con el derecho a publicar la novela, siempre y cuando dejase patente que estaba «basada en un libreto de Kevin McClory, Jack Whittingham y el autor».​
Las ventas de los libros de Bond se incrementaron notablemente a partir de 1961, suceso atribuido a un artículo publicado en la revista Life que citó a la novela Desde Rusia con amor como uno de los diez libros favoritos del presidente estadounidense, John F. Kennedy.​ Cabe señalarse que el demócrata y el escritor se habían conocido previamente en Washington.​ Con este auge, Fleming encabezó los registros de ventas de novelas policíacas en Estados Unidos.​ Creía, además, que Desde Rusia con amor era su mejor novela y dijo: «Lo mejor de todo es que parece que cada uno de los libros ha sido el favorito entre una u otra sección del público y ninguno ha sido completamente condenado».
En abril de 1961, poco antes del cierre del segundo caso judicial relativo a Operación Trueno,​ sufrió un infarto durante una de las reuniones semanales que se celebraban en el Sunday Times.​ Aún convaleciente, uno de sus amigos, Duff Dunbar, le entregó una copia de The Tale of Squirrel Nutkin, un libro juvenil escrito por Beatrix Potter, y le sugirió que escribiera el cuento que le solía contar a su hijo Caspar cada noche.​ Fleming se entusiasmó con la idea y le escribió, jocoso, a su editor, Michael Howard, de Jonathan Cape: «No hay ni un momento, ni siquiera al borde de la tumba, en el que no esté esclavizado para ti».​ El resultado, Chitty Chitty Bang Bang, fue la única novela para niños escrita por Fleming, aunque no se publicó hasta octubre de 1964, dos meses después de su muerte.​
En junio de 1961, llegó a un acuerdo con Harry Saltzman sobre los derechos cinematográficos de sus novelas y relatos cortos, en el cual se incluyeron sus publicaciones futuras, además de una cláusula que estipulaba que debían hacerse efectivos en menos de seis meses. ​ Como resultado, Saltzman creó Eon Productions junto con Albert R. Broccoli y, tras un largo proceso de búsqueda, contrataron a Sean Connery para cinco películas, siendo Dr. No (1962) la primera.​ La manera en la que Connery interpretaba a Bond afectó al personaje literario; en Sólo se vive dos veces, la primera novela escrita tras el estreno del primer filme, el autor le confirió a Bond un sentido del humor a semejanza de Connery.​
Fleming publicó su segundo libro de no ficción, Thrilling Cities, en noviembre de 1963;​ consiste en una reposición de artículos publicados en el Sunday Times en los que plasmó sus impresiones sobre algunas ciudades que había visitado entre 1959 y 1960.​ El productor Norman Felton lo abordó en 1964 con una propuesta para escribir una serie de espías para televisión; Fleming accedió y le brindó varias ideas, incluidos los nombres de los personajes Napoleón Solo y April Dancer para la serie La chica de CIPOL.​ Sin embargo, se retiró del proyecto a petición de Eon Productions, ya que querían evitar cualquier problema legal que pudiese surgir en caso de que este proyecto se solapase con la producción de las películas de Bond.
En enero de 1964, Fleming acudió por última vez a Goldeneye y escribió el primer borrador de El hombre de la pistola de oro.​ Al principio no quedó convencido con el resultado y consideró reescribirlo, pero su editor, William Plomer, lo persuadió de preservarlo.
Fallecimiento
Fleming fue un fumador y bebedor empedernido durante su edad adulta —con 38 años, fumaba hasta setenta cigarrillos al día—​, por lo que padeció de problemas cardíacos. En 1961, cuando tenía 53 años de edad, sufrió un infarto de miocardio del cual logró recuperarse.​ Tres años después, el 11 de agosto de 1964, mientras se encontraba hospedado en un hotel de Canterbury, acudió a una comida al Royal St George's Golf Club y después cenó en el hotel con sus amigos. El día había resultado agotador para él y sufrió otro infarto poco después de cenar.​ Falleció a los 56 años de edad en la madrugada del 12 de agosto de 1964, el mismo día que su hijo Caspar cumplía doce años.​ Las últimas palabras de las que se tiene constancia las usó para disculparse con los conductores de ambulancia,​ al decir: «Siento molestarles, muchachos. No sé cómo conducen tan rápido con todo el tráfico que hay hoy en día».​ Fue enterrado en el cementerio de Sevenhampton, cerca de Swindon.​ Su madre, Evelyn, había fallecido dos semanas antes que él, el 27 de julio de 1964.
Los dos últimos libros de Fleming, El hombre de la pistola de oro y Octopussy and The Living Daylights, se publicaron de manera póstuma.​ El primero salió a la luz ocho meses después de su fallecimiento sin que este hubiese finalizado el proceso de edición.​ Aunque Kingsley Amis recibió una copia del manuscrito y ofreció algunas sugerencias antes de su publicación, lo cierto es que los editores ignoraron sus recomendaciones;​ la editorial Jonathan Cape consideraba esta obra como fina y «endeble».​ En opinión del biógrafo Henry Chandler, la novela «recibió críticas amables y un tanto tristes, y no representaba a Fleming en su esplendor».​ El último libro de Bond, consistente en dos historias, se publicó en el Reino Unido el 23 de junio de 1966.
En octubre de 1975 su hijo Caspar, de 23 años, se suicidó ingiriendo una sobredosis de droga, y fue enterrado junto a su padre en el cementerio de Sevenhampton.La viuda, Ann, falleció en 1981 y se le dio sepultura en ese mismo lugar.

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